miércoles, 3 de diciembre de 2008

Llamamiento del hombre

Querido lector mi deseo es que el Dios nuestro Jesucristo pueda darte entendimiento en lo que hoy quiero compartirte.

Las páginas sagradas del Santo libro de Dios nos declaran:
“Y sabemos que los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien, a los que conforme a su propósito son llamados” Romanos 8: 28.
Es decir, que el llamamiento de Dios al hombre es con un propósito.

El libro de los Efesios nos enseña de esta manera: “Según nos escogió en El antes de la fundación del mundo, para que fuésemos Santos y sin mancha delante de El” Efesios 1:4.
Lo cual quiere decir, que desde antes que Dios formara el mundo, en su mente y en su propósito estaba que el hombre fuera santo y sin mancha delante de El.

Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
Génesis 1:27.

Y podemos ver al hombre ya creado a la imagen de Dios sin mancha y sin pecado; en este pasaje de Génesis 1:27.
Pero el hombre no permaneció y desobedeció el mandato de Dios. Y tuvo que ser echado fuera.

“Echó, pues, fuera al hombre y puso al oriente del huerto de Edén querubines y una espada encendida que se revolviera por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.” Génesis 3:24.

Y vemos con tristeza como el hombre tuvo que ser separado de la comunión con su Creador.

El profeta Isaías declara: “Pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.” Isaías 59:2.
Y el escritor a los Romanos nos dice: “Por tanto, como el pecado entro en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte paso a todos los hombres, por cuanto todos pecaron” Romanos 5: 12.
Y esto fue lo que trajo la separación de Dios el Creador con el hombre.

Es por eso que hoy ese mismo Dios llama al hombre para volver a hacer de El una nueva creación. Una nueva criatura como dice el texto, Santo y sin Mancha.

El Apóstol Pedro nos declara en su primera carta: “Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación.” 1 Pedro 1:19.

No ha sido nada sencillo rescatar al hombre para poder santificarlo y purificarlo. Pues el mismo Dios tuvo que pagar el precio y ofrecerse como un corderito. El justo por los injustos: el que no tiene pecado por los pecadores.

Hay un pasaje en el profeta Isaías: “Todos los llamados de mi nombre, para gloria mía los he creado, los forme y los hice” Isaías 43:7.

Entonces el propósito de Dios al tomar una forma de cordero y derramar su sangre es para crear, formar y hacer del hombre a aquello que el tenia desde antes de la fundación del mundo. En el propósito de que el hombre fuera Santo y sin Mancha como dice el texto.

Para alabanza de la gloria su gracia con la cual Dios hizo aceptos en el amado. Efesios 1:6.

Querido lector este es el propósito y seguirá siendo. Por esto el texto declara:
“Los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien”

“El Espíritu de Jehová ha hablado por mi y su palabra a estado en mí lengua”
2 Samuel 23:2.

Que Dios les bendiga.
Hno. Javier Vicencio.
Ministro de la iglesia del Nombre de
Jesucristo.